lunes, 5 de abril de 2010

Va por ti, yayo

No puedo decirte que te voy a echar de menos, porque llevo echándote de menos mucho tiempo ya. Estabas entre nosotros pero no eras tú. Ya no lo estás, y a pesar de que ese cuerpecito formado apenas por piel y huesos poco tenía ya que ver con mi abuelo, duele mucho saber que no voy a poder verlo más.

¿Te acuerdas de Lucero? Era mi caballo, me decías, hasta me lo señalabas desde la terraza. Nunca le vi ni le toqué, no sabía su tamaño o su color, pero yo tenía un caballo y no conocía ninguna otra niña de mi edad que lo tuviera. ¡Qué afortunada era! Y no por tener un caballo, sino por tenerte a ti.

Te recuerdo sobre todo en Budia, con tu gorra y tu garrota en la puerta de casa o sentado en la cochera en las sillas de mimbre. Recuerdo como saludabas a todo el mundo, como hablabas con todo el pueblo. Por eso estaba el otro día la iglesia llena, porque hay mucha gente que te quiere y porque no eres cualquier persona en el pueblo, eres el José, el "Canene".

Cada vez que vea un caballo me cordaré de ti, cada vez que vea un encierro o una corrida de toros pensaré en lo muchísimo que te gustaban.

Por la yaya no te preocupes, tiene 5 hijos y 8 nietos que la adoran y la van a cuidar ahora que tú ya no podrás hacerlo. Sé que la querías mucho, que la quieres mucho. Recuerdo vuestras bodas de oro y cómo cualquiera podía ver que después de 50 años había algo más que cariño entre vosotros.

Te recordaré siempre, les hablaré de ti a mis hijos. Espero haber estado a la altura como nieta tal y como tú lo estuviste sobradamente como abuelo. Sé que en los últimos tiempos debería de haber ido más a verte... espero que me perdones esto.

Te quiero mucho, nunca te lo dije en vida, ya sabes, lo que siempre pasa. Pero tampoco creo que lo hayas dudado, así que me quedo tranquila.

Me ha costado mucho escribir esta entrada, cada 2 frases se me hacía un nudo en la garganta. Es mi pequeño homenaje hacia ti. Sé que no es mucho, pero te aseguro que en mi vida he escrito nada que me haya salido más del corazón. Descansa yayo, que te lo has ganado.

Un beso enorme y lo dicho, esto va por ti.

3 comentarios:

leyre dijo...

Ruth como consiguees escribir estas cosas?? asi lo unico que consigues es emocionar a toda la familia:S ajaja
es preciosoo me encanta.
leyre.

Anónimo dijo...

jo q bonito prima, yo tb tenia un caballo! y tp nunca lo vi...q ganas tengo de veros y daros un abrazo! lo necesito de verdad.

te veo pronto un beso enorme!

Lara

Marta dijo...

Hola Ruth,
Hacía un par de meses que no leía tu blog y al ver este post me he emocionado. Lo siento muchísimo por lo de tu abuelo, aunque sé que cuando yo le conocí ya empezaba a tocarle la enfermedad. Te puedo asegurar que nunca olvidaré las partidas de cartas en la cochera o en la plaza con un orujito. Un besazo a toda la familia.