lunes, 19 de mayo de 2008

Ruth

Hoy me he puesto el reto de describirme a mi misma. No voy a ponerme a contaros cual es mi color favorito o qué me gusta hacer en mi tiempo libre, voy a intentar enumerar los rasgos más destacados de mi personalidad (según mi criterio, claro). Como habréis notado los lectores habituales de mi blog, lo mío son las listas, así que es el formato que he elegido (el de las listas) para hacer esta “autodescripción”. Mi primera idea era hacer 2, una con lo que yo considero que son mis virtudes y otra con lo que yo considero que son mis defectos, pero lo he pensado mejor y no voy a hacer esa distinción, porque hay ciertos rasgos de mi personalidad que sinceramente no tengo muy claro si son virtudes o defectos. Comencemos:

  • Digo casi siempre lo que se me pasa por la cabeza, aunque nadie me pregunte y a nadie le importe… De hecho a veces no pienso mucho lo que digo, y eso no suele ser bueno.

  • Soy una persona bastante sincera, rasgo directamente relacionado con el hecho de que casi siempre digo lo que pienso. Pero la gente suele considerarme demasiado directa, y creo que están equivocados, una cosa es que cuando alguien me pida consejo sobre algo yo diga lo que pienso, y otra muy diferente que no tenga para nada en cuenta las consecuencias de lo que vaya a decir… Creo que sé ser diplomática, en serio, no voy a ser absolutamente sincera contigo si sé que te voy a hacer daño, cuando quiero tengo tacto…

  • Hablo mucho, sin parar, si encuentro un tema de conversación que me guste puedo estar horas y horas hablando… Además yo creo que tengo un abanico muy amplio de temas de conversación, desde los más banales a los más profundos… no es por presumir pero yo creo que soy buena conversadora. Umm, esta última afirmación me lleva directa a mi siguiente rasgo de personalidad:

  • Tengo mucho amor propio… O sea, a mi a ego no me gana nadie. No es que me crea ni la más guapa ni la más lista, pero tengo un concepto de mí misma bastante alto. Además me echo muchas flores constantemente, generalmente de broma, porque me sale solo… ¿Será que la gente que me rodea no me halaga lo suficiente? No creo, simplemente es que soy así.

  • Casi nunca me enfado, me da una pereza infinita. Es posible que debiera enfadarme más, porque hay cosas que lo merecen, pero es que no puedo. No suelo perder los nervios (en mi casa sí, con mi familia soy más borde… supongo que donde hay confianza da asco) y no soy naaaaaaaaada rencorosa, perdono muy fácilmente, y olvido.

  • Soy un desastre absoluto… Se me olvidan las cosas con una facilidad alarmante, soy despistada y desordenada. En esto último (el desorden) estoy trabajando para que vaya a menos, con lo otro es que no puedo hacer nada… y mira que me jode.

  • No sé como describir este aspecto de mi… digamos que no suelo pasar desapercibida. Sobre todo se debe a que tengo un tono de voz bastante alto, que además según avanza en la conversación se va elevando y elevando. Me da igual estar en un bar, en el metro o en el trabajo, se me oye más que al 90% de la gente. Herencia de mamá, me temo.

  • Soy extrovertida, pero a la vez soy muy vergonzosa. Sobre todo tengo muchísima vergüenza ajena, pero muchísima. Soporto más mi propio ridículo que observar el ridículo de los demás. Me pasa con amigos o familiares, con desconocidos por la calle e incluso viendo la televisión.

  • Soy vaga. Para casi todo. Y dejada, soy súper dejada… El refrán “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” no va conmigo, yo lo dejo todo siempre para mañana. Es una pena pero es así.
Y así es Ruth. Obviamente esta lista no me describe totalmente, una personalidad es lo suficientemente compelja como para no poder resumirse en 2 páginas. Es posible que continúe en otro momento, pero por ahora lo dejamos así.

No hay comentarios: